Desde niña he hecho un viaje con altos y bajos. A veces avergonzada por mi pasado, a veces realzando mi sangre. Temprano aprendí que el tener sangre gitana marcaría mi vida para siempre, de tal manera que por mucho tiempo fue uno de mis secretos mejores escondidos.
Hoy tengo 40 años, desde hace un tiempo hice las paces con mi pasado. Estoy orgullosa de tener una abuela gitana y de venir de uno de los clanes mas viejos de Zaragoza. Ahora comprendo porque tenia un agujerito en mi alma que con nada podía llenar. Siempre viajando, siempre deseando de llegar a casa. Buscando y buscando...
Mi hijo es la mezcla de mi pasado y mi presente, con sangre gitana, española, finlandesa y sueca.
Como dice Jarabe de Palo. "La mezcla es la pureza".
2 comentarios:
Que ilusión volver a reencontrarte...
Salut!!!
fíjate!
y en mi familia queriendo ser gitanos más de uno (yo entre ellos)...
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